Es un procedimiento de cirugía estética diseñado para reducir el tamaño de las mamas mediante la eliminación de grasa, tejido y piel. Las pacientes que se someten a una reducción mamaria, por lo general, buscan aliviar el dolor físico causado por los senos demasiado grandes, en lugar de una simple mejora estética.
La paciente podrá volver a trabajar y a hacer otras actividades normales después de dos semanas de haberse realizado la intervención. Asimismo, se deberá evitar hacer ejercicios y otras actividades extenuantes durante 4 semanas.